Metis es el satélite de Júpiter más cercano a su superficie. Se encuadra dentro del Grupo de Amaltea de los pequeños satélites de Júpiter. Esta satélite fue descubierto en 1979 en imágenes enviadas por la sonda espacial Voyager 1 y fue designado temporalmente como S/1979 J3. En 1983 tomó oficialmente el nombre de Metis, la Titánide que fue primera esposa de Zeus y madre de Atenea. Metis se encuentra dentro del principal anillo planetario de Júpiter, y puede ser la fuente del material que lo compone.
Metis fue descubierto en 1979 por S. Synnott en las imágenes tomadas por la sonda Voyager 1 y fue designado provisionalmente como S/1979 J 3. En 1983 fue nombrado oficialmente Metis en honor a Metis, una titánide, que fue la primera esposa de Zeus (Júpiter en la mitología griega. En las fotografías tomadas por la Voyager 1, Metis solo se veía como un punto, y por lo tanto el conocimiento sobre Metis fue muy limitado hasta la llegada de la sonda Galileo. Galileo tomó imágenes de casi toda la superficie y estudió su composición en 1998. Metis posee una forma irregular y mide aproximadamente 60×40×34 km. Su masa y la composición de su núcleo son desconocidos. Su superficie posee muchos cráteres. Su albedo es bajo, especialmente en el hemisferio frontal, que es 1,3 veces más brillante que el trasero. Su coloración es rojiza.Metis es el satélite más interior del grupo de 4 pequeños satélites interiores de Júpiter. Su órbita se sitúa en torno a los 128.000 km de distancia de Júpiter, lo que corresponde 1,79 veces el radio del planeta. Por lo tanto, se encuentra más cerca que el principal anillo del planeta.
Su órbita es prácticamente circular y sin inclinación. Las fuerzas de marea hacen que rote sincronizadamente con Júpiter, mostrándole siempre la misma cara y con el eje más alargado apuntando hacia él. Se encuentra dentro del rádio de órbita sincrónica del planeta, y por lo tanto las fuerzas de marea están causando un lento descenso en su altura orbital. Si su densidad fuese igual a la de su vecina Adrastea, debería encontrarse dentro del límite de Roche de Júpiter. Aunque al no estar aparentemente fragmentándose, todavía no lo ha debido de haber alcanzado. Por tanto, el futuro de este pequeño satélite no es otro sino el de ir rompiéndose y acabar siendo engullido por la atmósfera joviana.